martes, 22 de marzo de 2011
Trailer de Juego de Tronos
Les dejo un avance de la nueva producción de HBO, basada en la obra de Martin.
Por lo que he podido ver, la serie promete.
miércoles, 16 de marzo de 2011
La Caballería
Se entiende por caballería a la fuerza de combate montada a caballo. Este término proviene del francés cavalerie. La designación generalmente no se empleaba para fuerzas militares que usasen otros animales, como camellos o mulas.
Antigüedad
En las civilizaciones antiguas como Egipto, Babilonia o Asiria, se empleaban principalmente los caballos como tiro para carros armados desde los que se arrojaban jabalinas o flechas contra el enemigo. Posteriormente la selección y cría de razas más fuertes permitió el uso de jinetes armados en la guerra, y el carro de guerra fue cayendo en desuso, al tiempo que la infantería desarrollaba tácticas que anulaban su efectividad.
En la Antigüedad y hasta la crisis que atravesó el Imperio romano en el siglo III, la caballería se utilizaba sobre todo para exploración y en auxilio de la infantería, que llevaba el peso de la batalla, permitiendo a la caballería realizar rápidas maniobras para envolver al enemigo por su punto débil y aprovechar la retirada en desorden del enemigo para perseguirlo y causarle gran cantidad de bajas. Alejandro Magno fue un maestro en el uso de la caballería como apoyo a la falange macedonia. Aníbal se sirvió de su caballería formada por celtíberos y númidas para envolver la retaguardia de los romanos en Cannas y masacrar una fuerza muy superior a la suya. Julio César le dio un papel menos relevante, utilizándola ante todo para perseguir al enemigo en fuga o para provocarla en un enemigo ya «ablandado» por la infantería. También existían pueblos guerreros, principalmente asiáticos, que empleaban la caballería de forma casi exclusiva, como los partos, cuya fuerza principal eran los arqueros montados.
En los ejércitos romanos, la caballería experimentó un crecimiento importante en su número y sus funciones con el Alto Imperio, período durante el cual estaba agrupada en su mayor parte en alas o en unidades mixtas con infantería, con gran presencia de pueblos aliados de Roma. En tiempos del emperador Adriano, los romanos adoptaron sus primeras unidades de caballería acorazada de mano de los sármatas, posteriormente y bajo influencia de los persas este tipo de unidades se multiplicó. En el ejército bajo imperial, la caballería pasa a desempeñar un papel fundamental, si bien actúa conjuntamente con la infantería, ahora es la pieza clave del campo de batalla. En sus diversas formas (acorazada, de arqueros...) fue integrada en el núcleo de los ejércitos de campaña tardorromanos; esta tradición militar se vio continuada en el ejército bizantino, no así en Occidente, pues los ejércitos bárbaros de los reinos germanos surgidos del desplome imperial eran fundamentalmente ejércitos de infantería.
Edad Media
La caballería pesada volvería a Europa Occidental por otro camino: en el siglo VII aparece el estribo en China y se extiende rápidamente por Asia hasta Turquía y los Balcanes, ya en el siglo VIII se conoce en Europa al tiempo que la silla evoluciona para dar estabilidad al jinete. Bien sea por influencia árabe o más probablemente de los ávaros, la caballería acorazada se convierte en la punta de lanza de los ejércitos carolingios, que forjarán el imperio más vasto de la Edad Media occidental. De esta forma en los siglos IX y X, impulsada ahora por las necesidades de la lucha contra los invasores sarracenos, magiares y vikingos, se configura la caballería pesada típica del caballero medieval.
Armar y dar montura a un guerrero es algo muy caro, de forma que la caballería medieval aparece ligada totalmente al fenómeno del feudalismo. Los caballeros son señores o vasallos aventajados con poder social y económico que guardan además la exclusividad de la caballería para su clase. Inicialmente protegidos con un traje completo de cota de malla y un yelmo, que va aumentando de tamaño hasta convertirse en el siglo XII en un gran y pesado cubo metálico apoyado sobre pecho y espalda, se añaden progresivamente protecciones extra al conjunto y el caballero y caballo terminarán por estar totalmente revestidos de placas metálicas a partir del siglo XIV, lo que da origen también a la selección de razas para dar lugar a caballos grandes y pesados capaces de sostener el conjunto.
La estrategia de la batalla en esta época es muy simple. La caballería, protegida de pies a cabeza, se lanza en masa contra sus rivales en la batalla; si la infantería osa aventurarse en campo abierto, el peso y empuje de los caballos hunde sus filas y la ventajosa posición del caballero le permite descabezar y masacrar infantes a placer. Nada parece alterar el orden hasta que en 1346 y 1415 los arqueros ingleses, protegidos por la infantería, derrotan totalmente a la caballería feudal francesa en Crezy y Azincourt. Finalmente, el declive de la caballería pesada feudal se acelera con el desarrollo en Suiza de una nueva táctica de combate en el siglo XV: la infantería suiza avanza en cuadros apretados erizados de picas de más de 6 metros, de las cuales salen filas de ballesteros y arqueros que diezman las filas enemigas, para resguardarse nuevamente en el cuadro. Rápidamente los mercenarios suizos son contratados por los reyes europeos y su idea imitada y mejorada da lugar al tercio español, que durante dos siglos sería el amo del campo de batalla en Europa.
Edad Moderna
La caballería comienza así durante los siglos XVI y XVII a aligerarse, las armaduras pesadas ya no sirven ante las picas y los arcabuces. En Europa central empieza a desarrollarse una caballería ligera, protegida todo lo más por una coraza, y armada con espada y tres o cuatro pistolas que se acerca rápidamente a los cuadros de infantería, descarga sus armas a distancia segura y se retira o carga contra los cuadros cuando huyen o se encuentran dispersos.
Debido a las nuevas formas de combatir, con toda la infantería armada con fusil y bayoneta, la caballería parece resurgir con fuerza en el XVIII. Dada la lentitud del proceso de carga del fusil y de que en la práctica es imposible acertar con seguridad a una distancia mayor de 100 metros, una fuerza capaz de avanzar a gran velocidad por el campo de batalla y efectuar una carga impetuosa parece de gran utilidad.
La caballería de este periodo se suele dividir en pesada y ligera. La pesada monta grandes caballos, a veces con protecciones en la parte frontal del animal, armada con espada o lanza; está pensada para lanzarse de frente contra la infantería, provocando con el peso e ímpetu de su carga brechas en las líneas para luego dispersar y exterminar a los infantes. Los coraceros franceses y los lanceros polacos son ejemplos de este tipo de caballería. La caballería ligera monta caballos rápidos y más pequeños, y va armada generalmente con sable; está pensada para la exploración, hostigamiento del enemigo y persecución en fuga. Los húsares son un típico ejemplo de esta clase de caballería.
Napoleón utilizó ampliamente ambos tipo de caballería en sus campañas. En 1815, en la batalla de Waterloo, la caballería nuevamente entra en crisis, esta vez definitiva. Wellington ordena a su infantería en cuadros, con las líneas internas relevándose en el tiro, mientras las externas presentan un frente de bayonetas. Tras varias cargas, la caballería francesa es diezmada, los cuadros británicos resisten y Napoleón es derrotado.
Sin embargo, a pesar de las lecciones de las guerras napoleónicas se siguen empleando viejas estrategias. En la Guerra de Secesión de Estados Unidos y la Guerra Franco-Prusiana en Europa, durante la segunda mitad del siglo XIX, los fusiles cuadriplican su alcance y puntería, masacrando a la caballería en sus cargas y utilizando los cuadros cuando era preciso.
Con la aparición de las armas de repetición y el revólver, parece revivir la caballería, y durante la Guerra de Secesión la caballería de ambos bandos va armada con un rifle y varios revólveres, que descargan a una distancia segura, o utilizan desmontados, para replegarse rápidamente ante el avance de la infantería. Además, las potencias coloniales mantienen importantes fuerzas de caballería en sus colonias para favorecer la movilidad de sus fuerzas. En la práctica, la carga frontal contra la infantería cuando se encuentra en posición de combate se convierte en un acto suicida.
La aparición de la ametralladora a finales del siglo XIX da el puntillazo definitivo a la caballería. A pesar de esta evidencia, en la primera e incluso en la Segunda Guerra Mundial se utilizan unidades de caballería, como los famosos lanceros polacos aplastados por las divisiones Panzer nazis. Después de esta guerra, en la que la caballería fue casi testimonial, las unidades de caballería han sido reconvertidas generalmente en unidades acorazadas con la tropa armada al estilo de la infantería desplazándose en blindados de transporte y ataque y carros de combate ligeros como el BMR de apoyo.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Caballería
Antigüedad
En las civilizaciones antiguas como Egipto, Babilonia o Asiria, se empleaban principalmente los caballos como tiro para carros armados desde los que se arrojaban jabalinas o flechas contra el enemigo. Posteriormente la selección y cría de razas más fuertes permitió el uso de jinetes armados en la guerra, y el carro de guerra fue cayendo en desuso, al tiempo que la infantería desarrollaba tácticas que anulaban su efectividad.
En la Antigüedad y hasta la crisis que atravesó el Imperio romano en el siglo III, la caballería se utilizaba sobre todo para exploración y en auxilio de la infantería, que llevaba el peso de la batalla, permitiendo a la caballería realizar rápidas maniobras para envolver al enemigo por su punto débil y aprovechar la retirada en desorden del enemigo para perseguirlo y causarle gran cantidad de bajas. Alejandro Magno fue un maestro en el uso de la caballería como apoyo a la falange macedonia. Aníbal se sirvió de su caballería formada por celtíberos y númidas para envolver la retaguardia de los romanos en Cannas y masacrar una fuerza muy superior a la suya. Julio César le dio un papel menos relevante, utilizándola ante todo para perseguir al enemigo en fuga o para provocarla en un enemigo ya «ablandado» por la infantería. También existían pueblos guerreros, principalmente asiáticos, que empleaban la caballería de forma casi exclusiva, como los partos, cuya fuerza principal eran los arqueros montados.
En los ejércitos romanos, la caballería experimentó un crecimiento importante en su número y sus funciones con el Alto Imperio, período durante el cual estaba agrupada en su mayor parte en alas o en unidades mixtas con infantería, con gran presencia de pueblos aliados de Roma. En tiempos del emperador Adriano, los romanos adoptaron sus primeras unidades de caballería acorazada de mano de los sármatas, posteriormente y bajo influencia de los persas este tipo de unidades se multiplicó. En el ejército bajo imperial, la caballería pasa a desempeñar un papel fundamental, si bien actúa conjuntamente con la infantería, ahora es la pieza clave del campo de batalla. En sus diversas formas (acorazada, de arqueros...) fue integrada en el núcleo de los ejércitos de campaña tardorromanos; esta tradición militar se vio continuada en el ejército bizantino, no así en Occidente, pues los ejércitos bárbaros de los reinos germanos surgidos del desplome imperial eran fundamentalmente ejércitos de infantería.
Edad Media
La caballería pesada volvería a Europa Occidental por otro camino: en el siglo VII aparece el estribo en China y se extiende rápidamente por Asia hasta Turquía y los Balcanes, ya en el siglo VIII se conoce en Europa al tiempo que la silla evoluciona para dar estabilidad al jinete. Bien sea por influencia árabe o más probablemente de los ávaros, la caballería acorazada se convierte en la punta de lanza de los ejércitos carolingios, que forjarán el imperio más vasto de la Edad Media occidental. De esta forma en los siglos IX y X, impulsada ahora por las necesidades de la lucha contra los invasores sarracenos, magiares y vikingos, se configura la caballería pesada típica del caballero medieval.
Armar y dar montura a un guerrero es algo muy caro, de forma que la caballería medieval aparece ligada totalmente al fenómeno del feudalismo. Los caballeros son señores o vasallos aventajados con poder social y económico que guardan además la exclusividad de la caballería para su clase. Inicialmente protegidos con un traje completo de cota de malla y un yelmo, que va aumentando de tamaño hasta convertirse en el siglo XII en un gran y pesado cubo metálico apoyado sobre pecho y espalda, se añaden progresivamente protecciones extra al conjunto y el caballero y caballo terminarán por estar totalmente revestidos de placas metálicas a partir del siglo XIV, lo que da origen también a la selección de razas para dar lugar a caballos grandes y pesados capaces de sostener el conjunto.
La estrategia de la batalla en esta época es muy simple. La caballería, protegida de pies a cabeza, se lanza en masa contra sus rivales en la batalla; si la infantería osa aventurarse en campo abierto, el peso y empuje de los caballos hunde sus filas y la ventajosa posición del caballero le permite descabezar y masacrar infantes a placer. Nada parece alterar el orden hasta que en 1346 y 1415 los arqueros ingleses, protegidos por la infantería, derrotan totalmente a la caballería feudal francesa en Crezy y Azincourt. Finalmente, el declive de la caballería pesada feudal se acelera con el desarrollo en Suiza de una nueva táctica de combate en el siglo XV: la infantería suiza avanza en cuadros apretados erizados de picas de más de 6 metros, de las cuales salen filas de ballesteros y arqueros que diezman las filas enemigas, para resguardarse nuevamente en el cuadro. Rápidamente los mercenarios suizos son contratados por los reyes europeos y su idea imitada y mejorada da lugar al tercio español, que durante dos siglos sería el amo del campo de batalla en Europa.
Edad Moderna
La caballería comienza así durante los siglos XVI y XVII a aligerarse, las armaduras pesadas ya no sirven ante las picas y los arcabuces. En Europa central empieza a desarrollarse una caballería ligera, protegida todo lo más por una coraza, y armada con espada y tres o cuatro pistolas que se acerca rápidamente a los cuadros de infantería, descarga sus armas a distancia segura y se retira o carga contra los cuadros cuando huyen o se encuentran dispersos.
Debido a las nuevas formas de combatir, con toda la infantería armada con fusil y bayoneta, la caballería parece resurgir con fuerza en el XVIII. Dada la lentitud del proceso de carga del fusil y de que en la práctica es imposible acertar con seguridad a una distancia mayor de 100 metros, una fuerza capaz de avanzar a gran velocidad por el campo de batalla y efectuar una carga impetuosa parece de gran utilidad.
La caballería de este periodo se suele dividir en pesada y ligera. La pesada monta grandes caballos, a veces con protecciones en la parte frontal del animal, armada con espada o lanza; está pensada para lanzarse de frente contra la infantería, provocando con el peso e ímpetu de su carga brechas en las líneas para luego dispersar y exterminar a los infantes. Los coraceros franceses y los lanceros polacos son ejemplos de este tipo de caballería. La caballería ligera monta caballos rápidos y más pequeños, y va armada generalmente con sable; está pensada para la exploración, hostigamiento del enemigo y persecución en fuga. Los húsares son un típico ejemplo de esta clase de caballería.
Napoleón utilizó ampliamente ambos tipo de caballería en sus campañas. En 1815, en la batalla de Waterloo, la caballería nuevamente entra en crisis, esta vez definitiva. Wellington ordena a su infantería en cuadros, con las líneas internas relevándose en el tiro, mientras las externas presentan un frente de bayonetas. Tras varias cargas, la caballería francesa es diezmada, los cuadros británicos resisten y Napoleón es derrotado.
Sin embargo, a pesar de las lecciones de las guerras napoleónicas se siguen empleando viejas estrategias. En la Guerra de Secesión de Estados Unidos y la Guerra Franco-Prusiana en Europa, durante la segunda mitad del siglo XIX, los fusiles cuadriplican su alcance y puntería, masacrando a la caballería en sus cargas y utilizando los cuadros cuando era preciso.
Con la aparición de las armas de repetición y el revólver, parece revivir la caballería, y durante la Guerra de Secesión la caballería de ambos bandos va armada con un rifle y varios revólveres, que descargan a una distancia segura, o utilizan desmontados, para replegarse rápidamente ante el avance de la infantería. Además, las potencias coloniales mantienen importantes fuerzas de caballería en sus colonias para favorecer la movilidad de sus fuerzas. En la práctica, la carga frontal contra la infantería cuando se encuentra en posición de combate se convierte en un acto suicida.
La aparición de la ametralladora a finales del siglo XIX da el puntillazo definitivo a la caballería. A pesar de esta evidencia, en la primera e incluso en la Segunda Guerra Mundial se utilizan unidades de caballería, como los famosos lanceros polacos aplastados por las divisiones Panzer nazis. Después de esta guerra, en la que la caballería fue casi testimonial, las unidades de caballería han sido reconvertidas generalmente en unidades acorazadas con la tropa armada al estilo de la infantería desplazándose en blindados de transporte y ataque y carros de combate ligeros como el BMR de apoyo.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Caballería
domingo, 13 de marzo de 2011
La Infantería
La infantería es la fuerza de combate a pie, utiliza todo tipo de armas portátiles y semiportatiles y para su desplazamiento puede emplear todo tipo de medios de transporte, puede combatir por si sola con posibilidades limitadas o en combinación con alguna otra arma, siempre y cuando esta esté actuando en su apoyo para así aumentar sus posibilidades. En las primeras filas se sitúan los soldados de la infantería ligera, que apenas llevan protección.
Historia
Edad Antigua: La infantería al servicio de los grandes imperios
La infantería ha sido siempre con pocas excepciones la fuerza principal de los ejércitos a lo largo de la historia. En los antiguos imperios de Sumeria, Babilonia, Asiria y Egipto la infantería, acompañada de carros de guerra tirados por caballos, era siempre la masa principal del ejército y estaba formada generalmente por un lado por guerreros armados con lanzas, escudos, espadas, hachas o mazas y por otro por importantes contingentes de arqueros que diezmaban las filas enemigas durante los combates.
En la Grecia Clásica durante el siglo VIII a. C. aparece la falange, formación militar de infantería que durante siglos sería la dominante en el campo de batalla hasta la aparición y consolidación de la legión romana que demostró su superioridad en la batalla de Pidna en el siglo II a. C. Con la falange y sobre todo con la legión, la infantería pasa de actuar en masas que cargan de forma más o menos ordenada a formar bloques flexibles coordinados en la batalla que maniobra cambiando de posición hábilmente ante las reacciones enemigas, envolviendo y haciendo frente a contraataques, etc. La legión fue una formación que proporcionó a Roma absoluta superioridad durante siglos incluso en condiciones de inferioridad numérica evidente.
Edad Media: Decadencia y resurgir del soldado a pie
Durante la decadencia y caída de Roma la caballería cobraba cada vez más importancia por influencia persa, de pueblos de la estepa y germánica. Durante la Edad Media y el feudalismo consolida este fenómeno dando absoluta supremacía en el campo de batalla al caballero pesadamente armado y convirtiendo a la infantería en una fuerza meramente auxiliar, para guarda de fortificaciones y castillos, etc. La infantería sigue el ejemplo de la caballería y utiliza la cota de malla y armaduras, más ligeras por supuesto.
La aparición al final de la Edad Media de monarquías fuertes deseosas de dominar totalmente a los señores, junto con cambios tácticos que benefician a la infantería, cambian el panorama. Los reyes necesitan ejércitos fuertes que tienen que mantener de su bolsillo y obviamente los soldados a pie son más baratos. En Inglaterra se desarrolla durante la Edad Media el arco largo, un arma capaz de lanzar una docena de proyectiles por minuto contra el enemigo, aunque precisa hombres fuertes y años de entrenamiento para dominarlo. Con grandes contingentes de arqueros los ingleses derrotan a la caballería feudal francesa en 1346 y 1415 en las batallas de Crézy y Azincourt. Finalmente en el siglo XV los suizos comienzan a exportar por todo el continente su forma de lucha, cuadros de infantes muy próximos entre sí armados con picas de cinco o más metros que contienen y ensartan a la caballería, desordenándola y frenándola, y entonces de su interior salen soldados armados con alabardas y mandobles que masacran a la caballería, parados y apretados los caballeros con pocas posibilidades de defenderse.
Edad Moderna: Nacimiento de la infantería moderna y su papel crucial
Perfeccionando la estrategia suiza y añadiendo la experiencia propia de la infantería durante la Reconquista y las del Gran Capitán en Italia, surge en España el tercio al final del siglo XV. La innovación más importante es la incorporación de grupos de ballesteros y arcabuceros que se desplegaban por los lados del cuadro de piqueros o tras las primeras filas y acribillaban con su fuego al enemigo. Poco a poco los arcabuceros van convirtiéndose en una unidad de élite encargada de los asaltos a fortificaciones y su proporción va aumentando, desapareciendo poco a poco los ballesteros a lo largo del siglo XVI. En la batalla de Pavía en 1525, los tercios españoles aplastan totalmente a la caballería feudal francesa de Francisco I, demostrando definitivamente el dominio absoluto de la infantería en el campo de batalla.
En el siglo XVII el tercio va perdiendo su poder poco a poco. Cada vez aumenta más la proporción de soldados con armas de fuego, ahora mosquetes. A principios de siglo los ejércitos centroeuropeos utilizan una única línea de piqueros como protección mientras que dos o tres líneas de mosqueteros se turnan disparando contra el enemigo. Esto permite que la caballería, aligerada de su pasado medieval, vuelva a tener importancia en el campo de batalla. A mediados de siglo en Prusia todos los soldados de infantería pasan a ser tiradores gracias a la combinación de fusil y bayoneta y se organizan en grupos de tres líneas que van avanzando lentamente mientras descargan sucesivamente sus fusiles y los cargan lo más rápidamente que pueden para volver a disparar y finalmente cargar contra el enemigo con las bayonetas. El modelo se extiende y a finales del siglo prácticamente todos los ejércitos de Europa pasan a tener únicamente dos tipos de soldados de infantería: fusileros y granaderos.
Los fusileros, que forman la masa principal de la infantería, van armados únicamente con fusil y bayoneta. Los granaderos forman unidades de élite utilizando los soldados más altos y fuertes del ejército que llevan, además del fusil y bayoneta, granadas en forma de bolas metálicas con una pequeña carga de pólvora y una mecha que encienden gracias a un cordón que llevan encendido y enrollado alrededor de su hombro para arrojarla contra las filas enemigas antes del choque. Normalmente llevan también un sable corto para combatir cuerpo a cuerpo durante el asalto a fortificaciones, misión que les está reservada, junto a la de estar en las posiciones más importantes y peligrosas en la batalla. Los granaderos no pueden lanzar bien granadas con los sombreros anchos de dos o tres picos de los fusileros, así que llevan sombreros en forma de tubo o mitra que no sobresalen de la cabeza pero son bastante altos para impresionar más.
A lo largo del siglo XVIII el modelo se mantiene inmutable. Los regimientos forman sus batallones y compañías a lo ancho del campo, sucediéndose las mismas con pequeños huecos entre ellas, ordenadas en tres o cuatro filas que avanzan despacio hacia el enemigo, se detienen, disparan, cargan sus fusiles, avanzan y vuelven a disparar y a recibir disparos para enfrentarse con las bayonetas si el enemigo no se ha retirado por las bajas de los disparos antes del encuentro. En todo momento el soldado de infantería debe permanecer de pie, ya que de otra forma no podría cargar el fusil, pero las armas son de tan corto alcance e imprecisas que el número de bajas es reducido, si se compara con las producidas en el combate cuerpo a cuerpo. La caballería ha recuperado importancia en el campo y cada vez parece más decisiva cuando se trata de romper líneas de fusileros en apoyo de los propios y masacrarlos en su retirada.
La artillería, un elemento que hasta el siglo anterior era poco más que una anécdota, también va teniendo cada vez más importancia a medida que evolucionan los proyectiles contra la infantería, que matan o hieren con su metralla a los soldados en unos pocos metros alrededor.
En el siglo XIX la infantería vuelve a demostrar que es la fuerza principal del campo de batalla. La posición en cuadro permite enfrentarse a la caballería y resistirla mientras la artillería y otros cuadros la diezman, como demuestra Wellington en Waterloo frente a Napoleón. Las innovaciones técnicas en el fusil y la artillería son enormes a lo largo del siglo mientras los oficiales siguen con esquemas napoleónicos en mente. Alrededor de 1850 los fusiles tienen 400 m de alcance efectivo y son capaces de atravesar al soldado de la primera fila y matar al de la segunda. Comienzan a producirse carnicerías como nunca se habían visto en circunstancias normales, en la Guerra de Secesión estadounidense por ejemplo hay 600.000 muertos y 30.000 mutilados, un preludio de lo que va a deparar la denominada Gran Guerra o I Guerra Mundial.
La infantería desde la Primera Guerra Mundial hasta la actualidad
Durante la Primera Guerra Mundial la infantería literalmente se entierra. La potencia de la artillería y el uso masivo de ametralladoras hacen que se tengan que excavar trincheras y refugios de un lado a otro de Francia. Los esquemas napoleónicos siguen mandando y se suceden ataques masivos absurdos que provocan bajas en cantidades hasta entonces impensables. En este contexto aparecen intentos de solución como el carro de combate, el inicio de la guerra química mediante el uso de gases tóxicos o las unidades especiales de infantería de asalto alemanas, los Sturmtruppen, armados con subfusil que se acercan arrastrándose hasta las posiciones enemigas para lanzar a corta distancia ataques con sus armas automáticas, granadas o lanzallamas y asaltar la posición.
En el periodo de entreguerras se suceden las teorías para evitar las situaciones de guerra estática. El prototipo de infantería con el que se llega a la II Guerra Mundial se basa en escuadrones de unos diez hombres armados la mayoría con fusiles de cerrojo y granadas similares a la anterior guerra pero con la novedad de que uno de ellos porta una ametralladora ligera de apoyo y uno o dos más llevan subfusiles. El pelotón alemán, con sus ametralladoras MG-34 primero y MG-42 después tendrá al principio la supremacía, la doctrina alemana es defender a toda costa al portador de la ametralladora que es el que dirige con su acción la defensa o el asalto. Ésta es la infantería estándar.
Los alemanes, siguiendo las teorías del general Heinz Guderian, crean un nuevo tipo de infantería, los Panzergrenadier (granaderos acorazados, se les da el nombre de granaderos por la connotación de unidad de élite que tenía el término) que deben ir al lado de los tanques montados en vehículos blindados todoterreno, despejando el terreno de artillería antitanque y otros obstáculos para que los carros avancen. Obtienen insospechados éxitos con sus Blitzkrieg (guerra relámpago), que funcionará hasta que ya no pueden competir con la superioridad numérica y el armamento aliado a partir de 1943. Tras Stalingrado y Túnez, los alemanes pierden la fuerza necesaria para iniciar nuevas ofensivas para obtener los fines estratégicos que los impulsaron a iniciar la II Guerra Mundial, ya no tienen la iniciativa y se ven abocados a una absurda guerra defensiva que les llevará a defender el último reducto montado en los subterráneos de Berlín.
A partir de la última guerra mundial el pelotón de infantería ha seguido la tendencia de aumentar la potencia de fuego del soldado individual con el uso del fusil de asalto, capaz de actuar como un fusil tiro a tiro tradicional a larga distancia o automático para el asalto. El soldado dispone también de varios tipos de granadas de mano para el asalto y en todo pelotón se dispone de sistemas de lanzacohetes portátiles polivalentes capaces de actuar como contracarro, antibunquer o antipersona, estando generalmente disponibles a nivel de compañía medios más contundentes como misiles guiados portátiles anticarro o antiaéreos para hacer frente a carros de combate o aviación a baja altura. Por otro lado la infantería tiende a mecanizarse y acorazarse lo más posible. La infantería moderna debe marchar próxima a los tanques, para defenderse del fuego enemigo. Desde las divisiones Panzer hasta hoy han evolucionado vehículos blindados que permiten transportar un pelotón de infantería en su interior como los transportes blindados de personal o combatir en primera línea como los vehículos de combate de infantería.
Infantería ligera
Un tipo especializado de infantería es lo que se conoce por infantería ligera. Este tipo de infantería está pensado para la incursión en profundidad dentro de territorio enemigo equipada con medios ligeros (transporte blindado de personal, artillería ligera...) y gran movilidad para exploración y asalto de objetivos complicados, teniendo por lo general la consideración de unidades de élite. Los nombres con los que se conoce este tipo de infantería son generalmente de tipo rangers para ejércitos anglosajones, cazadores en su denominación española e hispanoamericana o chasseurs y Jäger en los ejércitos francés y alemán. A este tipo de unidades pertenecen los Rangers del Ejército estadounidense, la Legión extranjera francesa, la Legión, Cazadores de montaña, Caballeros Legionarios Paracaidistas Españoles (Brigada de de infantería Ligera Paracaidista),aerotransportados [[Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable) etc. Estas unidades suelen actuar a nivel de regimiento o compañías, sin formar normalmente divisiones completas como la infantería convencional.
Infantería Acorazada/Mecanizada
De creación reciente, tiene sus bases en la introducción en el campo de batalla de los carros de combate o Tanque (término vulgar) durante el periodo de la Primera Guerra Mundial, debido a esta nueva incorporación, los ejércitos de tierra crean una rama paralela a la infantería ligera. La misión de la infantería mecanizada es la de presentar apoyo a la infantería a pie, presentar batalla a las unidades mecanizadas presentes en el campo de batalla, así como el trasporté de infantería a pie en blindados adaptados para ello.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Infantería.
Historia
Edad Antigua: La infantería al servicio de los grandes imperios
La infantería ha sido siempre con pocas excepciones la fuerza principal de los ejércitos a lo largo de la historia. En los antiguos imperios de Sumeria, Babilonia, Asiria y Egipto la infantería, acompañada de carros de guerra tirados por caballos, era siempre la masa principal del ejército y estaba formada generalmente por un lado por guerreros armados con lanzas, escudos, espadas, hachas o mazas y por otro por importantes contingentes de arqueros que diezmaban las filas enemigas durante los combates.
En la Grecia Clásica durante el siglo VIII a. C. aparece la falange, formación militar de infantería que durante siglos sería la dominante en el campo de batalla hasta la aparición y consolidación de la legión romana que demostró su superioridad en la batalla de Pidna en el siglo II a. C. Con la falange y sobre todo con la legión, la infantería pasa de actuar en masas que cargan de forma más o menos ordenada a formar bloques flexibles coordinados en la batalla que maniobra cambiando de posición hábilmente ante las reacciones enemigas, envolviendo y haciendo frente a contraataques, etc. La legión fue una formación que proporcionó a Roma absoluta superioridad durante siglos incluso en condiciones de inferioridad numérica evidente.
Edad Media: Decadencia y resurgir del soldado a pie
Durante la decadencia y caída de Roma la caballería cobraba cada vez más importancia por influencia persa, de pueblos de la estepa y germánica. Durante la Edad Media y el feudalismo consolida este fenómeno dando absoluta supremacía en el campo de batalla al caballero pesadamente armado y convirtiendo a la infantería en una fuerza meramente auxiliar, para guarda de fortificaciones y castillos, etc. La infantería sigue el ejemplo de la caballería y utiliza la cota de malla y armaduras, más ligeras por supuesto.
La aparición al final de la Edad Media de monarquías fuertes deseosas de dominar totalmente a los señores, junto con cambios tácticos que benefician a la infantería, cambian el panorama. Los reyes necesitan ejércitos fuertes que tienen que mantener de su bolsillo y obviamente los soldados a pie son más baratos. En Inglaterra se desarrolla durante la Edad Media el arco largo, un arma capaz de lanzar una docena de proyectiles por minuto contra el enemigo, aunque precisa hombres fuertes y años de entrenamiento para dominarlo. Con grandes contingentes de arqueros los ingleses derrotan a la caballería feudal francesa en 1346 y 1415 en las batallas de Crézy y Azincourt. Finalmente en el siglo XV los suizos comienzan a exportar por todo el continente su forma de lucha, cuadros de infantes muy próximos entre sí armados con picas de cinco o más metros que contienen y ensartan a la caballería, desordenándola y frenándola, y entonces de su interior salen soldados armados con alabardas y mandobles que masacran a la caballería, parados y apretados los caballeros con pocas posibilidades de defenderse.
Edad Moderna: Nacimiento de la infantería moderna y su papel crucial
Perfeccionando la estrategia suiza y añadiendo la experiencia propia de la infantería durante la Reconquista y las del Gran Capitán en Italia, surge en España el tercio al final del siglo XV. La innovación más importante es la incorporación de grupos de ballesteros y arcabuceros que se desplegaban por los lados del cuadro de piqueros o tras las primeras filas y acribillaban con su fuego al enemigo. Poco a poco los arcabuceros van convirtiéndose en una unidad de élite encargada de los asaltos a fortificaciones y su proporción va aumentando, desapareciendo poco a poco los ballesteros a lo largo del siglo XVI. En la batalla de Pavía en 1525, los tercios españoles aplastan totalmente a la caballería feudal francesa de Francisco I, demostrando definitivamente el dominio absoluto de la infantería en el campo de batalla.
En el siglo XVII el tercio va perdiendo su poder poco a poco. Cada vez aumenta más la proporción de soldados con armas de fuego, ahora mosquetes. A principios de siglo los ejércitos centroeuropeos utilizan una única línea de piqueros como protección mientras que dos o tres líneas de mosqueteros se turnan disparando contra el enemigo. Esto permite que la caballería, aligerada de su pasado medieval, vuelva a tener importancia en el campo de batalla. A mediados de siglo en Prusia todos los soldados de infantería pasan a ser tiradores gracias a la combinación de fusil y bayoneta y se organizan en grupos de tres líneas que van avanzando lentamente mientras descargan sucesivamente sus fusiles y los cargan lo más rápidamente que pueden para volver a disparar y finalmente cargar contra el enemigo con las bayonetas. El modelo se extiende y a finales del siglo prácticamente todos los ejércitos de Europa pasan a tener únicamente dos tipos de soldados de infantería: fusileros y granaderos.
Los fusileros, que forman la masa principal de la infantería, van armados únicamente con fusil y bayoneta. Los granaderos forman unidades de élite utilizando los soldados más altos y fuertes del ejército que llevan, además del fusil y bayoneta, granadas en forma de bolas metálicas con una pequeña carga de pólvora y una mecha que encienden gracias a un cordón que llevan encendido y enrollado alrededor de su hombro para arrojarla contra las filas enemigas antes del choque. Normalmente llevan también un sable corto para combatir cuerpo a cuerpo durante el asalto a fortificaciones, misión que les está reservada, junto a la de estar en las posiciones más importantes y peligrosas en la batalla. Los granaderos no pueden lanzar bien granadas con los sombreros anchos de dos o tres picos de los fusileros, así que llevan sombreros en forma de tubo o mitra que no sobresalen de la cabeza pero son bastante altos para impresionar más.
A lo largo del siglo XVIII el modelo se mantiene inmutable. Los regimientos forman sus batallones y compañías a lo ancho del campo, sucediéndose las mismas con pequeños huecos entre ellas, ordenadas en tres o cuatro filas que avanzan despacio hacia el enemigo, se detienen, disparan, cargan sus fusiles, avanzan y vuelven a disparar y a recibir disparos para enfrentarse con las bayonetas si el enemigo no se ha retirado por las bajas de los disparos antes del encuentro. En todo momento el soldado de infantería debe permanecer de pie, ya que de otra forma no podría cargar el fusil, pero las armas son de tan corto alcance e imprecisas que el número de bajas es reducido, si se compara con las producidas en el combate cuerpo a cuerpo. La caballería ha recuperado importancia en el campo y cada vez parece más decisiva cuando se trata de romper líneas de fusileros en apoyo de los propios y masacrarlos en su retirada.
La artillería, un elemento que hasta el siglo anterior era poco más que una anécdota, también va teniendo cada vez más importancia a medida que evolucionan los proyectiles contra la infantería, que matan o hieren con su metralla a los soldados en unos pocos metros alrededor.
En el siglo XIX la infantería vuelve a demostrar que es la fuerza principal del campo de batalla. La posición en cuadro permite enfrentarse a la caballería y resistirla mientras la artillería y otros cuadros la diezman, como demuestra Wellington en Waterloo frente a Napoleón. Las innovaciones técnicas en el fusil y la artillería son enormes a lo largo del siglo mientras los oficiales siguen con esquemas napoleónicos en mente. Alrededor de 1850 los fusiles tienen 400 m de alcance efectivo y son capaces de atravesar al soldado de la primera fila y matar al de la segunda. Comienzan a producirse carnicerías como nunca se habían visto en circunstancias normales, en la Guerra de Secesión estadounidense por ejemplo hay 600.000 muertos y 30.000 mutilados, un preludio de lo que va a deparar la denominada Gran Guerra o I Guerra Mundial.
La infantería desde la Primera Guerra Mundial hasta la actualidad
Durante la Primera Guerra Mundial la infantería literalmente se entierra. La potencia de la artillería y el uso masivo de ametralladoras hacen que se tengan que excavar trincheras y refugios de un lado a otro de Francia. Los esquemas napoleónicos siguen mandando y se suceden ataques masivos absurdos que provocan bajas en cantidades hasta entonces impensables. En este contexto aparecen intentos de solución como el carro de combate, el inicio de la guerra química mediante el uso de gases tóxicos o las unidades especiales de infantería de asalto alemanas, los Sturmtruppen, armados con subfusil que se acercan arrastrándose hasta las posiciones enemigas para lanzar a corta distancia ataques con sus armas automáticas, granadas o lanzallamas y asaltar la posición.
En el periodo de entreguerras se suceden las teorías para evitar las situaciones de guerra estática. El prototipo de infantería con el que se llega a la II Guerra Mundial se basa en escuadrones de unos diez hombres armados la mayoría con fusiles de cerrojo y granadas similares a la anterior guerra pero con la novedad de que uno de ellos porta una ametralladora ligera de apoyo y uno o dos más llevan subfusiles. El pelotón alemán, con sus ametralladoras MG-34 primero y MG-42 después tendrá al principio la supremacía, la doctrina alemana es defender a toda costa al portador de la ametralladora que es el que dirige con su acción la defensa o el asalto. Ésta es la infantería estándar.
Los alemanes, siguiendo las teorías del general Heinz Guderian, crean un nuevo tipo de infantería, los Panzergrenadier (granaderos acorazados, se les da el nombre de granaderos por la connotación de unidad de élite que tenía el término) que deben ir al lado de los tanques montados en vehículos blindados todoterreno, despejando el terreno de artillería antitanque y otros obstáculos para que los carros avancen. Obtienen insospechados éxitos con sus Blitzkrieg (guerra relámpago), que funcionará hasta que ya no pueden competir con la superioridad numérica y el armamento aliado a partir de 1943. Tras Stalingrado y Túnez, los alemanes pierden la fuerza necesaria para iniciar nuevas ofensivas para obtener los fines estratégicos que los impulsaron a iniciar la II Guerra Mundial, ya no tienen la iniciativa y se ven abocados a una absurda guerra defensiva que les llevará a defender el último reducto montado en los subterráneos de Berlín.
A partir de la última guerra mundial el pelotón de infantería ha seguido la tendencia de aumentar la potencia de fuego del soldado individual con el uso del fusil de asalto, capaz de actuar como un fusil tiro a tiro tradicional a larga distancia o automático para el asalto. El soldado dispone también de varios tipos de granadas de mano para el asalto y en todo pelotón se dispone de sistemas de lanzacohetes portátiles polivalentes capaces de actuar como contracarro, antibunquer o antipersona, estando generalmente disponibles a nivel de compañía medios más contundentes como misiles guiados portátiles anticarro o antiaéreos para hacer frente a carros de combate o aviación a baja altura. Por otro lado la infantería tiende a mecanizarse y acorazarse lo más posible. La infantería moderna debe marchar próxima a los tanques, para defenderse del fuego enemigo. Desde las divisiones Panzer hasta hoy han evolucionado vehículos blindados que permiten transportar un pelotón de infantería en su interior como los transportes blindados de personal o combatir en primera línea como los vehículos de combate de infantería.
Infantería ligera
Un tipo especializado de infantería es lo que se conoce por infantería ligera. Este tipo de infantería está pensado para la incursión en profundidad dentro de territorio enemigo equipada con medios ligeros (transporte blindado de personal, artillería ligera...) y gran movilidad para exploración y asalto de objetivos complicados, teniendo por lo general la consideración de unidades de élite. Los nombres con los que se conoce este tipo de infantería son generalmente de tipo rangers para ejércitos anglosajones, cazadores en su denominación española e hispanoamericana o chasseurs y Jäger en los ejércitos francés y alemán. A este tipo de unidades pertenecen los Rangers del Ejército estadounidense, la Legión extranjera francesa, la Legión, Cazadores de montaña, Caballeros Legionarios Paracaidistas Españoles (Brigada de de infantería Ligera Paracaidista),aerotransportados [[Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable) etc. Estas unidades suelen actuar a nivel de regimiento o compañías, sin formar normalmente divisiones completas como la infantería convencional.
Infantería Acorazada/Mecanizada
De creación reciente, tiene sus bases en la introducción en el campo de batalla de los carros de combate o Tanque (término vulgar) durante el periodo de la Primera Guerra Mundial, debido a esta nueva incorporación, los ejércitos de tierra crean una rama paralela a la infantería ligera. La misión de la infantería mecanizada es la de presentar apoyo a la infantería a pie, presentar batalla a las unidades mecanizadas presentes en el campo de batalla, así como el trasporté de infantería a pie en blindados adaptados para ello.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Infantería.
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