martes, 20 de enero de 2009
Reseña literaria -Urnas de Jade-Leyendas de David Prieto Ruiz
En este post voy a rendir homenaje a un gran escritor que se está abriendo paso en el panorama fantástico español. He tenido la fortuna de haber leído varios de sus trabajos, algunos publicados y otros en espera de serlo, pero todos ellos con un denominador común: Una gran calidad literaria y un derroche de imaginación y creatividad asombrosas, que rompen con los moldes acartonados a los que nos tienen acostumbrados los autores anglosajones.
A continuación una reseña de su más reciente obra, Urnas de jade, Leyendas, la primera entrega de una saga que ya esta dando mucho de que hablar entre los aficionados al género, realizada por otro prometedor escritor, Enric Hercé:
"Antes de encarar esta reseña creo que cabe hacer una aclaración, la misma que hice al afrontar la saga de La Tierra del Dragón. No soy aficionado a la fantasía épica. Por lo tanto, elementos que un aficionado al género valorará y seguramente buscará en un libro de estas características a mi me dejan frío. Otro planteamiento que creo necesario mencionar es que dadas las particularidades de una saga, considero que no debería reseñarse ésta hasta que estuviera concluida o al menos se dispusiera de más de una parte de la misma para establecer alguna comparación. No tiene mucho sentido pararse a analizar tramas y evolución de personajes cuando sólo se tiene acceso a una pequeña parte de los mismos. Considero, por tanto, que reseñar el primer volumen de una saga épica tiene tanto sentido como analizar un libro a partir de uno de sus capítulos. Quizá sea debido al peregrino origen de este tipo de estructuración, una obra que se partió en tres por simples necesidades editoriales. Aclarado esto centrémonos en la que nos ocupa.
El arranque resulta trepidante. A lo largo de las primeras 140 páginas conocemos la historia de Delin, aparece el grupo de aventureros y asistimos a las conspiraciones que se cuecen en el gremio de los ladrones de Feylan; se nos desvela la historia de la ciudad y del ducado, sin olvidar algunos atisbos de una trama que afecta al continente entero. Como no podía ser de otra forma todo termina con un combate frente a un poderoso enemigo.
En estos primeros compases de la historia ya se aprecian distintos rasgos de la personalidad que el autor le quiere conferir a la obra. Hay una evidente intención de seguir los preceptos del género, pero de hacerlo a su manera, con vocación de ofrecer algo distinto aunque sea más a nivel formal que de contenido. Valgan como ejemplo los textos metaliterarios que sirven de introducción a distintos capítulos o el afán por eludir una narración lineal mediante un estilo fragmentario con abundantes saltos temporales. Estos pueden resultar algo desconcertantes al principio, pero a medida que el lector se acostumbra a ellos son de agradecer pues ayudan a que la trama avance sin titubeos.
El ritmo que el autor imprime a este primer tramo tiene un daño colateral. El grupo de mercenarios que junto a Delin coparán los roles protagonistas queda desdibujado. Nos son presentados en grupo y sólo cuando empiece el siguiente tramo de la historia, centrado en la subtrama de Codan-Gulath, iremos conociendo más detalles sobre su personalidad y pasado. Sin embargo nunca llegan, a lo largo de este primer volumen, a escapar del arquetipo al que representan. La complejidad de los acontecimientos y el número de personajes se va incrementando con rapidez con lo que ya arrastrados por la acción, parece difícil hacer un alto para detallar lo que no se ha hecho en los primeros compases. Algo que sí sucede en el caso de Delin, cuya historia nos es contada al principio con detenimiento, produciendo el deseado efecto empático en el lector; curiosamente a medida que pasan las páginas su protagonismo absoluto va quedando relegado a un segundo término. Considero que el personaje mejor construido de la obra en cuanto a historia y motivaciones es Gülfstend. Lejos del villano que busca el mal por el mal, su triste historia y la traición sufrida le convierten en un ser complejo con motivos reales para actuar como actua. A mi juicio resulta mucho más sólido que Codan-Gulath, cuyo histrionismo le da un aire al LeChuck de Monkey Island.
A partir del capítulo once las tramas se diversifican y los personajes emprenden un viaje que terminará por separarles para acometer distintas misiones que les reclaman a lo largo y ancho de Drashur. Un mundo vivo, con una historia que respalda su configuración actual, una economía y política que marca su presente y una geografía que atiende a las peculiaridades de sus pobladores y distintas culturas. En definitiva, un mundo contruido con esmero que no decepcionará a los aficionados al género. Tampoco a aquellos que busquen aventura, periplos llenos de peligros, combates, enemigos poderosos o magia. Una magia estructurada mediante un sistema de runas que a un servidor, poco ducho en el tema, le ha parecido muy novedoso.
El teclado de David Prieto se pone al servicio de todos ellos sin florituras, con un lenguaje variado que se adapta perfectamente a cada situación, pero consciente de cuál es su papel.
Para terminar, desvelaré un secreto a todos aquellos a quienes todavía les queden dudas… no hace falta esperar al siguiente volumen para descubrir qué contienen las urnas. "
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